Se exhibe una gigantografía de un poema de Washington Cucurto, co-fundador y editor de Eloísa Cartonera. El poema, Cuervo, todavía no había sido publicado al escogerse para el montaje, estaba en la imprenta. El libro que lo contiene, Nada me espera en la ruta, editado por Club Hem, salió impreso simultáneamente con la inauguración de la dimensión física de esta exposición, en Noviembre del 2018.

En el montaje, se acompaña este poema con una caja donde se ofrece una experiencia táctil como continuación de los versos.

¡ Metan la mano sin preocupación !

Washington Cucurto

Hola, mi nombre es Cucurto, voy a leer el poema del Cuervo, dedicado a todos los amigos venezolanos, a ese gran país inolvidable que llevo en mi corazón, tuve la alegría y la felicidad de conocerlo, así que para todos los hermanos venezolanos recito mi poema el Cuervo:

Carver tuvo su cuervo.
Poe tenía un cuervo.
Borges tenía su cuervo.
Elvira Hernández tomaba café en el bar El Cuervo,
Teillier también.
Lemebel también bebía en el bar El Cuervo.
Cortázar vio al mundo convertido en un cuervo gigante
cuando se le fue Carol Dunlop.
Marechal decía que Perón era un cuervo justiciero y social.
Hoy se me apareció un cuervo
frente a la facultad de odontología
mordía una extraña soga blanca,
se me acercó dando pasitos inofensivos.
Ni me miró.
Cuando quiso levantar vuelo
le pegué un mochilazo que lo dejó tonto.
Un viejo me gritó: ¡no es un cuervo, es un tero!
Y se murió.